Conoce los pros y contras de ser tu propio jefe después de emigrar

Emprender en otro país no es nada fácil, y menos aún siendo inmigrante. Este es un reto que solo pueden lograr los más arriesgados y valientes, pues se trata de adaptarse a un nuevo país, nueva cultura y un cambio de vida; y a la vez iniciar un negocio propio.

Investigaciones han demostrado que durante los últimos años son muchos los inmigrantes que han logrado emprender sus negocios en el extranjero. Ahora bien, ¿cuáles son los pro y los contras de ser nuestro propio jefe? En InmigrantesEnMadrid.com, te lo contamos, veamos:

Ventajas

Contratación: Cuando trabajamos en nuestra empresa tenemos la seguridad de un trabajo, pues de alguna manera de nosotros depende el éxito de esa empresa. Somos los encargados de contratar o despedir a otras personas, pero nadie nos despedirá a nosotros. Caso contrario sucede cuando trabajamos como dependientes, pues siempre está la incertidumbre de ser despedido o que nuestro contrato no sea renovado.

Horario: La flexibilidad en los horarios es otra ventaja cuando somos emprendedores, debido a que si somos los jefes nosotros decidimos la hora de inicio y finalización de la jornada laboral. Cuando somos inmigrantes este hecho nos ayuda a adaptarnos mejor a nuestra nueva forma de vida.

Lo que nos gusta: Cuando estamos como inmigrantes trabajamos en cualquier actividad que nos garantice nuestro sustento, muchas veces actividades muy distintas a lo que es nuestra profesión. Cuando trabajamos en nuestro propio negocio, estamos haciendo lo que nos gusta, lo cual nos hará sentir más motivados.

Crecimiento profesional: Al ser los dueños de nuestro propio negocio, nosotros mismos vamos marcando el camino para nuestro crecimiento profesional. Así es que no dependemos de nadie para ascender u obtener un aumento de salario; por el contrario con nuestro propio esfuerzo y empeño podemos lograr las metas establecidas.

Desventajas

Los ingresos: Cuando somos asalariados sabemos con cuánto dinero contaremos en el mes, de manera que podemos planificar los gastos; pero cuando somos trabajadores autónomos no sabemos exactamente la cantidad de dinero con la que contamos. Algunos meses puede ser más, otros menos y el caso es que siempre tendremos presente esa incertidumbre al respecto.

Vacaciones: Como empleados tenemos vacaciones de ley, pero cuando tenemos nuestra empresa no podemos darnos este lujo, debido a que como responsables del funcionamiento de nuestro negocio no podemos descuidarlo nunca. Así que no podemos desconectarnos de nuestro trabajo, por lo menos al principio.

Riesgos: Cuando trabajamos como empleados no necesitamos invertir ni arriesgar nuestro capital, mientras que con un negocio propio vamos a necesitar de una inversión y riesgo por mínimo que sea.

Responsabilidades: Emprender en un país distinto al nuestro significa que tenemos que estar muy bien informados sobre las leyes, finanzas y especialmente todo lo que tenga que ver con el pago de impuestos. Con nuestra empresa somos los únicos responsables de que todo esté apegado a la ley, pues la más mínima falla en algún compromiso tributario o legal puede ocasionarnos graves problemas.

¿Qué opinas de tener tu propio negocio siendo inmigrante? Si lo hiciste cuéntanos tu experiencia en los comentarios que seguro será de gran ayuda para muchas personas.

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