«La memoria del inmigrante: ¿aliado o enemigo?»; por Tomás Castellano (@ViejoCaste)

Hay una película de muy ilustrativa de la relación padre-hijo, que se desarrolla en el contexto de una catástrofe natural influenciada por el calentamiento global. Su nombre es “El Día Después De Mañana”. Resaltamos, para el tema que queremos abordar, estos tres elementos para ilustrar algunas cosas que suceden en la vida del inmigrante venezolano de hoy.

Primero, la relación con la familia en el marco de la confianza en que siempre nuestros padres buscarán dotarnos de las herramientas adecuadas y eficientes para la vida y además estarán dispuestos a cualquier sacrificio por nosotros, en las circunstancias que sean.

Es por eso que tu proceso de adaptación a tu nueva condición de inmigrante tiene un gran componente en la formación hogareña que has tenido, además de la formación social (externa a la familia) a la que fuiste expuesto por tus padres; ya sea porque sabes qué hacer o sabes qué no hacer en el país y en la sociedad que te recibe… Algo determinante en la inmigración.

Aunque los valores particulares de la sociedad donde emigras puedan ser diferentes a los que traes de tu formación familiar, hay valores que son universales y que solo deberás hacer ajustes.

Es por ello que, cuando vemos a algunos “Desplazados” que se comportan de forma incorrecta, sacando a relucir los valores del chavismo que destruyó a Venezuela, no te sientes identificado y por el contrario sientes que te “rayan” esos venezolanos que representan al “Nuevo Hombre Socialista”, que existe, es real y lleva 19 años de deformación humana.

Lamentablemente es una realidad insoslayable y despreciable, la forma como se ha destruido la venezolanidad. En otras palabras, tú que representas los valores originales de la venezolanidad y de la familia venezolana, ya no te identificas con los nuevos valores (ANTIVALORES) que se han sembrado en los venezolanos y te toca aceptar esta realidad y cambiarla, mostrando constantemente tus valores en la nueva sociedad que te acoge.

Ya hay mucha gente en Venezuela que ha sido dañada irreversiblemente y nos toca seguir sin ellos, si queremos expresar el orgullo de ser originarios de Venezuela, lo cual no cambiará así obtengas la nacionalidad de tu nuevo país, porque ellos siempre te verán como extranjero a ti y tal vez a tus hijos.

El segundo elemento de la película mencionada que nos sirve para ilustrar la Venezuela de hoy, es la destrucción que se ha provocado o infligido a Venezuela, en su infraestructura, en su superestructura, en su cultura, su forma de vida y su posición en el mundo; realmente es de niveles catastróficos, así el Instagram muestre imágenes que son solo close up o primerísimos primeros planos de la realidad que obvian el contexto.

Esto implica que la Venezuela a la que extrañas NO EXISTE, también la extrañan quienes viven en ese territorio destruido por Chávez y el chavismo castrocomunista. Si en algún momento te entra “La Depre” y te quieres regresar a Venezuela porque extrañas demasiado tu país de origen, recuerda que las razones por las que te fuiste seguramente no han cambiado, sino que por el contrario se han intensificado, profundizado y diversificado.

Venezuela es un Ex-País, un estado forajido, un gobierno dictatorial y asesino, pero lo más grave es el daño que se ha hecho a los individuos, a la sociedad; mucha gente (demasiada) ya cree que los gobernantes tienen derecho a robarse el patrimonio público y subyugarlos a ellos, mucha gente cree que la responsabilidad es de otros, no saben y no creen que antes de la llegada del insepulto podrido del CDM (Cuartel De La Montaña) que todos podíamos estudiar, trabajar y obtener lo que nos propusiéramos y nos esforzáramos, se creen cuanta mentira dicen los delincuentes en el poder y las repiten como loros… ¡Están dañados, hay que dejarlos a un lado, no tiene arreglo!

Si vuelves a Venezuela no encontrarás a tus amigos, no podrás salir a las playas sin ser víctima de la delincuencia y de la carencia de todas las facilidades; no podrás comerte la parrilla “con todas las de la ley” porque, aunque traigas muchos dólares, NO HAY TODO.

Conseguirás solo algunas cosas de las que antes conociste, desde la salsa hasta la morcilla fallan. No podrás asistir a una universidad, porque no hay alumnos, no hay profesores y no hay seguridad… ¡NO ESTOY EXAGERANDO! Imagínate alguna cosa o situación que conociste y dile a alguien en quien creas que te indique cómo es ahora.

Sí es verdad que hay muchos carros importados, nuevos, de lujo y los restaurantes de lujo están siempre llenos… pero son las mismas pocas personas que verás en esa situación, con escoltas y muchos de ellos con fondos mal habidos (no todos). Pero decir “MUCHOS” de verdad que es una exageración, porque más del 60% de los venezolanos en Venezuela vive en Pobreza Extrema, pasa hambre pareja, por decir lo menos.

¿Tú crees que vas a adaptarte a esta tierra de nadie? ¡No! Así, creas que lo que estás pasando en el exterior sea terrible porque trabajas hasta de madrugada, no ejerces la profesión que adquiriste o aún no has podido alcanzar un nivel de ingresos que te permita mudarte solo o inscribirte en una universidad. Al menos trabajas, comes completo y no te atracan a mano armada.

No seas ciego, valora lo que tienes, que es, por mucho, más de lo que obtendrás en Venezuela. No estoy viendo el vaso medio lleno o medio vacío, te estoy describiendo la realidad. En la Película “El día Después de mañana” todo quedó sepultado en el hielo, en Venezuela todo está quedando sepultado en algo más hediondo. Muerte y destrucción es la obra del chavismo y no se detienen.

El tercer elemento que hemos tomado como metáfora (El Calentamiento Global) es la responsabilidad sobre la llegada del fenómeno destructor. Todos tenemos responsabilidad por acción u omisión, pero no todos tenemos la culpa. Muchos de nosotros hemos luchado, nos hemos opuesto, hemos resistido a esta banda de asesinos y narcotraficantes que tomaron el poder y no lo van a dejar si no son desalojados; de tal manera que podemos sentirnos tranquilos con nuestras conciencias por lo que hemos hecho.

Así que haber emigrado no debe hacerte sentir mal porque hay en Venezuela muchos envidiosos y malintencionados que te reclaman por haberte ido y abandonado la lucha y ellos “están luchando”, cosa totalmente falsa, porque haberte ido es tu derecho a sobrevivir o a salvarte y quedarse en Venezuela a “aguantar la pela” pasando trabajo, con la lengua en el bolsillo para evitar ser encarcelado y sin salir a protestar para evitar que lo maten, no es estar luchando.

Pero es cierto algo: Algún día esos delincuentes serán desalojados del poder se abrirá la oportunidad de reconstruir a Venezuela, será una tarea dura, difícil, costosa y que requerirá del concurso de los que viven en Venezuela y de los venezolanos en el exterior, así como de ayuda y el apoyo de la comunidad internacional. Después de su desalojo llevará muchos años (tal vez 30 años) para tener un país; puedes prepararte para aportar, inclusive para volver, pero ten presente que no volverás a la Venezuela que conociste. Sin embargo, tendrás la oportunidad de trabajar en la construcción de un país nuevo.

Solo saca esta cuenta: súmale a la edad que hoy tienes, treinta años y trata de describir cuál será tu situación personal a esa edad. Ahora respira profundo y lentamente, define nuevamente tu situación actual y mira hacia adelante, el pasado ya no existe, el futuro está en tus manos, disfruta plenamente el presente.

Por: Tomás Antonio Castellano, @ViejoCaste en Twitter e Instagram