«Las relaciones sexuales del inmigrante», por Tomás Castellano (@ViejoCaste)

Entre las relaciones humanas existe una serie de parámetros que varían en cada cultura, sin hacer consideraciones de las costumbres personales y familiares que influyen en estas. Vamos a referirnos a las más generales de los países o sociedades, las cuales vienen a estar reguladas, más allá de la ley, por las costumbres que en general median la conducta social y las relaciones interpersonales.

Antes de continuar en el tema, dejaremos una crítica de la desviación que ha tenido el objeto de la legalización de la condición migratoria de la pareja de los nacionales de un país, la cual siempre ha buscado consolidar y proteger la familia como base de la sociedad, para convertirse en un negocio sexual de la legalidad del inmigrante; cosa a lo cual nos referiremos más adelante.

Comenzaremos por describir lo que es en general la forma de los venezolanos (no específicamente) para establecer relaciones interpersonales y a la hora de buscar establecer una relación de pareja, una conquista o un flirteo común, denotando que, en la mayoría de las culturas, nuestra forma es socialmente incorrecta.

Los venezolanos somos sumamente kinestésicos, táctiles, tocones, besucones, apenas nos presentan a una persona y ya le extendemos un abrazo, no nos conformamos con un simple apretón de manos, y si es alguien del sexo opuesto le arrimamos el cachete de una vez. Si la intención es intentar una conquista, los hombres “le caemos de una” con halagos, palabras sugestivas, referencias a la belleza, a las curvas y a la sensualidad de la mujer.

Sobre la conducta de las venezolanas no me voy a referir, solo diré que quien crea que se ha levantado a una venezolana, no sabe que simplemente ha hecho lo que ella esperaba.

Cuando hablamos de una mujer desconocida que nos pasa por el frente y causa en el venezolano una atracción física o admiración, la tendencia es decirle algún piropo o darle una sonrisa, los más tímidos; déjame decirte que en otros países eso no lo puedes hacer, tal vez puedas llegar hasta una sonrisa porque si pasas a los piropos, por más elegantes que te parezcan, pueden generarte un conflicto con la policía; esto no es tan así en otros países de Latinoamérica, pero en países como USA, o en otros de Europa la cosa es algo seria.

Aquí cabe un alerta para las venezolanas que aceptan como algo natural o normal cualquier invitación a tomarse un café, a comer, o a divertirse sanamente con compañeros de trabajo, de estudio o algún conocido, porque esa salida puede ser considerada “UNA CITA” y puede terminar en forma incómoda porque el hombre va a asumir cosas que tú ni siquiera has pensado; peor aún, si le aceptas más de una salida, puede considerar que ya eres su novia, aún sin haberse “dado los besos”; tal es el caso de Estados Unidos (con los americanos).

De la misma forma, si un venezolano invita a una amiga a salir, debe saber que “esa chica” se puede tomar las cosas en forma muy diferente a una venezolana y creerse que ya es su novia y tiene derechos de cuaima nacional. Si la mujer nacional del país donde estás como inmigrante rechaza una invitación, ten cuidado de cómo insistes en invitarla porque podría tomarlo como un acoso sexual y ponerte una medida de alejamiento ante un juez o policía. No es juego, es serio.

Así que, si eres hombre o mujer que emigra desde venezuela, lo más pronto posible pregúntale a los nacionales del país que te recibe cómo es que se debe proceder si quieres iniciar una conquista o si quieres evitar que tu oferta de amistad asexual sea considerada un interés de emparejarte.

Así te evitarás grandes problemas o se te facilitarán las cosas, según cual sea tu objetivo. Va a ser muy incómodo que le preguntes a la amiga o al amigo ¿Qué es esto que hay entre nosotros? Te vas a ver realmente muy “Gallo” o “Galla”

En todos los países de los cuales tengo conocimiento sobre su legislación migratoria, existe la obtención de la nacionalidad o ciudadanía por haber contraído matrimonio con un nacional; cada país tiene una variante de tiempo y forma de asignarla o reconocerla; para dar la residencia, algunos exigen que el o la consorte esté fuera del país, otros exigen que sea pedido como prometido, algunos exigen que la persona se vaya a residir unos meses en el país y la mayoría exige el paso de varios años de residencia para obtener la ciudadanía, lo cual va desde meses hasta diez años.

Sin embargo, siempre existe la posibilidad de contraer matrimonio y arreglar los documentos migratorios sin salir del país receptor y algunos llegan a prohibir salir del país hasta cambiar el estatus.

Esta opción ha sido tomada como la vía más expedita para obtener la residencia, lo cual ha variado desde la simulación de convivencia de pareja, hasta la real convivencia temporal, pasando por la compra-venta del matrimonio, usando lo que se conoce como fraude a la ley. Esto ha sido un arma de doble filo emocional y moral para los venezolanos por la visión romántica originaria confrontada con el pragmatismo de la necesidad migratoria.

Otra de las situaciones por las que están pasando las venezolanas, especialmente en Perú, Colombia y Trinidad es el abuso de los nacionales en la presunción de prostitución de las venezolanas, cosa totalmente injustificada aunque tengamos ejemplos de inmigrantes que se prostituyen o de prostitutas que emigran, eso no justifica la falta de respeto de los nacionales; en esos casos es importante que la víctima acuda a una autoridad policial inmediatamente y ponga la denuncia, caer en vías de hecho puede ponerla en desventaja según sea la posición del funcionario ante los inmigrantes o según sea el estatus migratorio de la víctima.

Esto se puede extender hasta el lugar de trabajo con el acoso sexual laboral, lo cual no debe ser tolerado sino inmediatamente denunciado ante los superiores o ante las autoridades laborales del país, sin temor alguno, porque se puede convertir en algo muy grave e imposible de manejar. No tengas miedo de tu condición migratoria porque la mayoría de los países están bajo la normativa de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), decimos esto debido a que es muy común el temor propio o el temor sembrado por parte del acosador; como te lo dijeron tus padres cuando eras pequeño “No le aceptes a nadie que te atemorice, yo soy más fuerte que esa persona”, así que no te conviertas en víctima.

Las relaciones interpersonales son siempre complejas, más si le agregas el componente de la sexualidad o de las relaciones entre géneros.

Especial mención merecen las relaciones de pareja entre personas del mismo género, las cuales son vistas en venezuela con su particularidad, propia del desfasaje entre cultura y moral. Muchos países han legalizado el matrimonio o la unión entre personas del mismo sexo, lo que implica que el venezolano debe ver las relaciones entre personas del mismo género en forma diferente a como se ve en venezuela, donde se hace ver que se acepta pero que en voz baja muchos lo rechazan o critican, lo cual es una falta de respeto a la libertad de las personas a desarrollar su propia personalidad y su propia imagen.

Recuerda que tú eres el extranjero en el país que te recibe, te toca adaptarte a su cultura, idioma y forma de vida, sin que esto implique una renuncia a tu cultura o a tu personalidad. La clave es obtener cada día más información y abrir tu mente a la cosmovisión de la nación que te recibe.

Por: Tomás Castellano / @ViejoCaste en Twitter e Instagram