«El inmigrante venezolano y el plebiscito, ¿me regreso o no?»; por @ViejoCaste

El domingo 16 de Julio se llevó a cabo una consulta entre todos los venezolanos del mundo. Participaron más de 380 ciudades en todo el planeta, así de grande es la diáspora que hasta en la tierra del demonio de Tasmania, votaron 14 venezolanos.

Hubo mucho entusiasmo ante la posibilidad de indicarle al régimen y al mundo nuestra voluntad de cambio integral en Venezuela. Se superó la cifra de 7.500.000 manifestaciones de voluntad; esto debe haberte puesto a pensar, con emociones encontradas, en regresar al país si se produce “Un Cambio”.

Excelente!… Ya el entusiasmo pasó, volvemos a pensar con los pies puestos en la realidad, en tú realidad y en la realidad de Venezuela, probablemente dos caras de una misma situación: Tu situación personal como inmigrante.

Debo insistir, ya que lo he hecho en otros artículos, en diferenciar la condición migratoria en la que cada uno se encuentra; si tienes doble nacionalidad y estás en el país receptor como nacional, no eres considerado un inmigrante, sino un repatriado con todos los derechos de un nacional de ese país, aunque por tu acento y cultura te sigan tratando como a un extranjero.

Si te fuiste con la intención de probar, de ponerte a salvo por un tiempo y regresar tan pronto creas que las condiciones están dadas o eres un perseguido político, tu condición es de “Exiliado”, es decir, no eres un inmigrante; pero si te fuiste con la intención de quedarte permanentemente aunque dejaste abierta una remota posibilidad de regresar si se produce un cambio, eres un inmigrante.

Hemos oído y leído a muchos venezolanos decir “Uno se va, pero nunca se va, el país lo hace vibrar y uno no se desliga”; esa es una gran verdad para, tal vez la mayoría, pero eso no significa que no te fuiste, sino que mantienes un nexo imborrable con La Patria, con tus amigos y familiares que quedaron, una efímera añoranza por lo que ya no es más, no solo porque te fuiste, sino porque la mayoría de las cosas que recuerdas se perdieron, inclusive esa pérdida puede haber sido el detonante para que emigraras.

Pero haber confraternizado este domingo de plebiscito, con muchos venezolanos en el país donde te encuentras, te enervó los sentimientos de nostalgia y te pusieron a dudar o a pensar entre si quedarte o regresar. Si esta es tu condición actual quiero ayudarte en tu reflexión, inclusive si esta llega a niveles de tomar decisiones. Haz un alto, porque el asunto es importante, es tu vida, es tu presente y tu futuro, más aún es tu pasado explicando tu presente.

En primer lugar, te sugiero que revises las causas que te llevaron a emigrar. Tal vez lo escribiste en alguna parte, vuélvelo a leer; aunque parezca que hacerlo es vivir en el pasado, no, no es así porque ese momento del pasado seguro que describe unas condiciones de vida, de país, de oportunidades perdidas en venezuela y abiertas en el país receptor, estás últimas ya contrastadas con la realidad que experimentas. Es un buen ejercicio que te permitirá ver el tema en forma contextualizada y más clara.

Ahora te comparto algunas cifras y situaciones sobre la realidad de Venezuela y algunas proyecciones sobre los cambios (por cierto quien esto escribe vive en Venezuela, ligado a tres hijos que se fueron). La criminalidad y su impunidad han seguido aumentando, los cuerpos de seguridad se han sumado a la delincuencia en forma dramática, ya cuando ves una alcabala o un uniformado que se dirige a ti, debes presumir que vas a ser víctima de un atraco, si puedes escondes el teléfono, reloj y otros bienes que portes, el corazón se acelera, si logras salir ileso das gracias a Dios y procuras llegar a casa lo más pronto posible.

Si dejas el carro en cualquier parte, inclusive en un estacionamiento privado por diez minutos, es muy probable que al regresar ya te hubieren robado la batería o los cauchos. Es decir, la inseguridad es inmensa. Salir a comer o tomar algo con amigos o familiares ya es cosa del pasado, o te abstienes por la inseguridad o te abstienes por los precios (una pizza cuesta ya Bs 100.000). Las ciudades parecen lugares fantasmas después de las 6ºº pm, todos corren a resguardarse. No estoy exagerando, más bien tal vez me quede corto.

Sobre la economía, el empleo y las posibilidades de emprender, no voy a ser concluyente, eso te lo voy a dejar a ti, solo voy a compartirte algunas cifras dadas este 16 de Julio por el presidente de CONINDUSTRIA, la cámara de Industriales de Venezuela, la no chavista.

Él dijo que más del 60% de las empresas industriales y comerciales han cerrado sus puertas en el país; y este 40% que sigue operando lo estás haciendo al 40% de su capacidad instalada (capacidad instalada significa que tienen las plantas y máquinas, pero apagadas) o sea que solo se está produciendo el 16% de lo que se producía antes de imponerse el modelo económico actual (tal vez eso explica la escasez) sin tener cifras de la caída en las importaciones, las cuales se mantienen en manos de una mafia o camarilla (enchufados).

También dijo que tan pronto se produzca un cambio político y en el modelo económico comunista que se ha impuesto en Venezuela, poner en marcha esa capacidad ociosa instalada es rápido, tardaría aproximadamente de 8 meses a un año. Dicho de otra forma, ese 40% de empresa que trabajan a media máquina, tardarían ese tiempo en aumentar su producción alcanzándose una 100% que solo llegará a recuperar hasta el 40% de la misma a nivel nacional.

Además dijo que si vuelve la inversión (nacional o extranjera) para alcanzar los niveles de 1999, lo cual no logra satisfacer las necesidades del país para hoy (2017) , tomaría de 10 a 15 años, sin considerar que dentro de 15 años las necesidades habrán aumentado, manteniéndose un gran déficit para el año 2030.

Los niveles de desempleo real rondan el 45 % (no verificable por ausencia de cifras oficiales), pero la reactivación de las empresas haría que mejoren las posibilidades de empleo, aunque la calidad de vida no mejore substancialmente, al menos mejoraría el ingreso.

Otro factor en el que hay que pensar y trabajar es la descomposición moral y educativa del país en general, cambiar el modelo educativo e implementar uno nuevo puede tardar un par de años y sus efectos se verían once años después, es decir dentro de 13 años. Paralelamente debe implementarse un programa de educación familiar y ciudadana que puede dar frutos en una generación (14 años) pero que puede tener impacto en un par de años en los jóvenes y adultos de ahora, en unos tres años. Los cambios culturales son lentos.

Una última recomendación es que hables con tus familiares y amigos que están en Venezuela, con la posibilidad de que te mientan para no mostrar el estado de necesidad por el que están pasando y no preocuparte o no dejar que piensen que están en mala situación y con bajas expectativas, recuerda, “primero muerto que bañado en sangre”, nadie quiere mostrar sus miserias; la imagen del venezolano es generalmente una máscara, si no lo crees, mira el Instagram y veras fotos solo de bellos y fugaces momentos, ni locos publicaran una foto comiendo yuca sancochada con sardina, que es la dieta generalizada de muchos en Venezuela.

Ahora vuelve a preguntarte ¿Me regreso a Venezuela o sigo esforzándome por establecerme como inmigrante?

¡Que tengas una vida llena de facilidades!

Por: Tomás Antonio Castellano // @ViejoCaste en Twitter