«Cómo enfrentar la incertidumbre al emigrar»; por @ElizabethReyesL

“Los dioses nos dan muchas sorpresas: Los esperado no se cumple y para lo inesperado un Dios abre la puerta”. Con esta frase de Eurípides, Edgar Morin inicia el quinto capítulo de su libro “Los Siete Saberes necesarios para la educación del futuro”, destacando la importancia de que en la educación se enseñe a enfrentar la incertidumbre.

Lamentablemente no fuimos educados para enfrentar la incertidumbre, pues la humanidad estaba acostumbrada a vivir con base en predicciones, lo cual fue cambiando con el tiempo pues gracias a las ciencias el hombre ha ido adquiriendo muchas certezas, pero de la misma manera innumerables campos de incertidumbre.

Cuando emigramos nuestra vida se convierte en eso, en incertidumbres, pues llegamos a un lugar desconocido, con gente desconocida, otra cultura, otras costumbres y sin tener la certeza de lo que sucederá. No saber manejar la incertidumbre puede convertir nuestro proyecto migratorio en un fracaso.

El ser humano puede enfrentar las incertidumbres presentes a lo largo de su vida si está consciente de su existencia y si cuenta con las herramientas y estrategias para poder enfrentarla. Por esta razón debemos educar a nuestros hijos de manera que se familiaricen con ella y que saquen de ella el mejor provecho.

En la actualidad estamos viviendo un proceso de incertidumbre histórica, con los constantes cambios que se producen en la sociedad, educación, desarrollo tecnológico, entre otros. En los tiempos actuales no aprendemos lo mismo ni de la misma manera que hace diez años y aunque podemos predecir las consecuencias que desencadenará una acción en el corto plazo, no es así en el largo plazo por lo que siempre debemos enfrentarnos a un futuro incierto por la incertidumbre.

Cuando deseamos resultados distintos, debemos hacer cosas distintas, por lo que lo nuevo, lo innovador no se puede predecir. Para que exista algo nuevo, deben existir ideas nuevas, pensamientos nuevos y una actitud nueva. Innovar es ver lo que todos ven, pensar como algunos piensan y hacer lo que nadie hace, y al hacer lo que nadie ha hecho es enfrentarse a lo desconocido, a la incertidumbre que va a generar grandes cambios. Todo inmigrante es un gran innovador.

No podemos paralizarnos ante lo que está por venir, sino trabajar en función de las expectativas del presente bajo una visión progresista. Arriesgarse vale la pena, pues al enfrentarnos a la incertidumbre nos lleva a nuevas aventuras y nuevos conocimientos.

De esta manera la incertidumbre puede convertirse para nosotros en el motor de importantes cambios que reduzcan las posibilidades de fracaso, por lo que la educación debe enrumbarse al progreso constante a través de la adaptabilidad y la flexibilidad, para estar preparados para los cambios ya sean positivos o negativos.

Hay dos vías para enfrentar la incertidumbre de la acción según Morin, la primera es la plena conciencia de la apuesta que conlleva la decisión y la segunda el recurso de la estrategia, lo que significa elaborar un escenario de acción, tomando en cuenta las certezas y las incertidumbres de la situación; también las probabilidades y las improbabilidades.

Así es que al emigrar y ante ese escenario de incertidumbre, solo nos queda diseñar las mejores estrategias, tomando nuestras fortalezas y oportunidades y teniendo siempre presente que debemos “esperar lo inesperado”.

Por: Elizabeth Reyes León // @elizabethreyesl en Twitter