La ciudad señorial de Madrid mantiene intactos sus recuerdos de un glamoroso pasado que conquistó gran parte del nuevo mundo y, fue referente de la academia y la lengua castellana; hoy sus palacios son parte de la arquitectura más nombrada dentro de las tantas reliquias que son los símbolos de una sociedad progresista que en la actualidad se ha convertido en cuna de migrantes venidos de todas partes del mundo, convirtiéndola en una metrópolis increíble donde convergen los cimientos de un imperio con la gallardía de una nación que no detiene su crecimiento.
Entre las edificaciones más representativas y de mayor abolengo en la urbe madrileña, destaca el Palacio de Fernán Núñez, una joya de la ingeniería clásica que pasó a ser la sede de la Fundación de Ferrocarriles Españoles. Esta casa imponente data del siglo XVII, tras un parcelamiento que se hizo del antiguo convento de Santa Isabel en 23 lotes; cuatro de ellos -más tarde, en 1753- bastaron para levantar el palacio que al principio fue el hogar de Blas Jover, secretario de Consejos del rey Felipe VI.
¿Qué se conoce sobre éste palacio?
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En 1769 dejó de ser la casa de Blas Jover y se convirtió en el dormitorio para la familia del duque de Alburquerque y marqués VI de la Mina, Miguel José María de La Cueva.
Problemas sucesorios tras la muerte del duque hacen que la estructura tenga un fin distinto a la de un hogar; por ello, desde 1803 se convirtió durante un largo tiempo en un cuartel que terminó en un hospital.
En 1815 de nuevo adquiere su estatus de casa, cuando pasó a manos de la nueva pareja real conformada por el conde VII de Cervellón y María Francisca de Asís, duquesa II de Fernán-Núñez.
Estos esposos reformaron la mansión entre los años 1847 y 1849, transformándola en un palacio romántico, el cual se exhibe hoy como un orgullo de Madrid.
El palacio está dividido en dos áreas: la noble y la del servicio.
El área noble está decorada con tapices de la Real Fábrica de Santa Bárbara que aún se conservan en buen estado.
El área de servicio fue la que se acogió a la zona de oficinas desde el año 1941.
El jardín del palacio es una obra de varios artistas parisinos que se inspiraron en el palacio de Versalles.
Los tres espacios más emblemáticos de la construcción son: el Salón de Baile, muy parecido, o evoca a la Galería de espejos de Versalles; el Salón Isabelino y el memorable comedor de Gala.
El palacio ha sido rentado innumerables veces para realizar filmaciones de grandes películas españolas y de corte internacional. También sirve para convenciones empresariales y exposiciones.
La duquesa viuda de Fernán-Núñez vendió el palacio en 1941 a la Compañía Nacional de Ferrocarriles, cuya constitución fue nacionalizada tiempo después, pasando a ser lo que hoy se conoce como RENFE.
Durante los años 1967 y 1980 el palacio fue sede del primer museo ferroviario de Madrid. Pero en 1985 pasó a ser el espacio de la Fundación de los Ferrocarriles Españoles.
Datos para la visita:
El Palacio Fernán-Núñez está ubicado en la calle Santa Isabel del centro de Madrid. Puede ser visitado en grupos de al menos 25 personas, agendando una cita previa a través de los teléfonos del lugar: +34 911 511 002. El precio de la visita cuesta 125 euros. El portal web de la Fundación de Los Ferrocarriles Españoles es: http://www.ffe.es
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