«Si crees que el cambio nunca llegará, emigra»; por @EnriqueVasquez

Sí, tienen razón. El título de este post está directamente relacionado con Venezuela y con la destrucción sistemática de la calidad de vida, de la sociedad, de la ética, moral, valores, buenas costumbres y una larga lista de etcéteras, en el transcurrir de estos 18 años de régimen chavista.

Se dice fácil pero no es poca cosa. Son 18 los años que llevamos escuchando que el cambio ya viene, que está a punto, que se acerca, que falta poco, que ahora sí, que ya eso no aguanta más, que se cae solo, que es cuestión de horas… Son casi dos décadas perdidas, más de tres lustros en retroceso, en involución, en daño permanente de la sociedad, en complicación de todo, en multiplicación del odio, de la confrontación y de la lucha, ya no de clases, sino de personas; donde prevalece la ley del más fuerte, del más vivo y del más enchufado.

Por eso, si tu visión del mundo es como la mía, si al igual que yo perdiste la esperanza de que la situación de Venezuela se va a solucionar en el corto plazo, si piensas que los políticos de uno y otro bando te engañan haciéndote creer que las cosas van a mejorar (cuando en realidad, en tu día a día, te das cuenta que todo va de mal en peor), si consideras que la recuperación social y cultural no depende de un “cambio de gobierno”, si sientes que poco a poco hasta tú mismo y sin querer puedes comenzar a “dañarte”… Entonces sabes, en tu fuero interno, que la única solución que te queda es emigrar, irte a otro lugar. Sabes que el país no va a cambiar y que, por lo tanto, eres tú quien debe hacerl, pero lejos de Venezuela.

El cambio viene de adentro, pero también el exterior influye y mucho. Es algo así como el famoso dicho que reza: “el dinero no hace la felicidad, pero como ayuda”. Si bien es una frase que se utiliza en tono de humor, no deja de ser cierta. Se puede tener la mejor disposición del mundo de pasarla bien en un viaje de avión de 14 horas, pero la verdad es que si viajas en primera clase es muy probable que cuando llegues te sientas mucho mejor, que si vas en turista.

Entonces, para que cambie el mundo debes cambiar tú, y ese cambio no debe ser únicamente en el aspecto de percepción del entorno, debe ir más allá. Debes procurarte un entorno más adecuado con la felicidad que deseas lograr y, sin lugar a dudas, en este momento (y probablemente por un buen tiempo más), ese lugar está fuera de Venezuela, en otro país, en otra sociedad, en un sitio mejor.

Aunque duela, la vida consiste en dejar el nido, en alzar las alas y tomar vuelo. Uno deja el vientre materno, después deja la cuna, luego deja la casa de los padres… ¿por qué no dejar también el país? Ese movimiento, esa búsqueda de algo más grande, de algo mejor, es justamente la ley de la vida.

Sentirse atado a un lugar es un invento de los políticos para hacerte sentir mal por emigrar porque si te vas ellos pierden un voto. No les hagas caso, sigue tu destino. El mundo es tuyo, no pierdas esa oportunidad por un nacionalismo que no tiene sentido. Tu país siempre será tu país sin importar donde estés, así como tu mamá siempre será tu mamá no matter what. ¡Hazlo!

Escrito por Enrique Vásquez

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